Hoy en día, todavía hay muchas empresas con recelos, con miedos de embarcarse en el mundo digital, quizás por temor a lo desconocido o por una especie de escepticismo sobre la verdadera eficacia que puede aportar internet a las cuentas de resultados de la compañía. Es un universo tan sumamente amplio que puede provocar desconfianza al escaparse del tradicional control de un negocio. Pero, pese a lo que pueda suponer para muchas empresas, adentrarse en internet es simple y sólo supone un cambio en la forma de comunicarnos con el cliente, entre otras cosas. Una vez cambiada esa mentalidad, los beneficios irán llegando.
Tanto la comunicación como el servicio al cliente influye de forma decisiva en los resultados de una compañía. El objetivo es integrar esos aspectos en la empresa y en las distintas decisiones de negocio que se adoptan. Moverse por las redes sociales es tan sencillo como adaptarse al usuario, modificar la forma de interactuar con el mismo y adecuarse a sus nuevas necesidades, a sus nuevas formas de consumo, de vida, y todo ello pasa por el mundo online.
Lo importante es ser consciente de en qué mundo nos estamos moviendo, entender lo que supone dialogar con los consumidores a través de la red, la habilidad para dominar el lenguaje corporativo. Esto supone desarrollar conversaciones aplicadas al mundo interactivo y cimentadas en un diálogo constante. Inmediatez, rapidez de respuesta y bidireccionalidad continua. Es una relación de dos direcciones.
Además, internet es mucho más. Es aprovechar y sacar partido de múltiples ventajas, múltiples herramientas con las que gestionar tu empresa, mejorar tu prestigio, tu visibilidad, y estar presente en el mundo. Adaptarte a las demandas del consumidor no es sólo tarea de las grandes empresas, es más, son las pequeñas las que pueden sacar gran provecho de ello.
Las relaciones son sencillas, no es necesario seguir muchas reglas, sólo transmitir la identidad de la compañía a través de una comunicación sólida que aportará valor a la empresa y por tanto beneficios. Internet no es una amenaza, es una oportunidad.