Se trata de un concepto muy antiguo pero quizás aún desconocido para algunos. Las cookies hacen referencia a un recurso que facilita al usuario navegar con mucha más facilidad, recordar sus visitas, sus datos y en definitiva, hacerle la vida más fácil durante su experiencia en internet. Todo el mundo ha escuchado hablar de las cookies, pero ¿sabe realmente qué son?.
Las cookies son simples pequeños ficheros de texto que las páginas web crean en el ordenador del usuario con el único fin de almacenar en él algún dato que pueda ser de utilidad en el futuro, como sus preferencias. Por ejemplo, cuando accedemos a un sitio web que nos solicita un nombre de usuario y una contraseña, en la mayoría de los casos se muestra una casilla que pone “recordarme”. Si marcamos esa casilla, es cuando se crea esa cookie o fichero de texto que va a almacenar esos datos, y la próxima vez que vayamos a acceder a esa página no tendremos que escribirlos de nuevo. Esto supone una mayor comodidad al usuario.
Es tu navegador quien crea ese archivo recogiendo y enviando posteriormente las cookies correspondientes al servidor de las páginas que visitamos. Son conocidas también como cookies de seguimiento o cookies de navegador y se guardan en el disco duro o en la memoria de nuestro ordenador sin ocupar demasiado espacio. Además, no contienen ningún tipo de virus, pese a lo que cree mucha gente y es el usuario el que decide la vida de las cookies, puesto que puede borrarlas si quiere o no aceptarlas, lo que afectará a los resultados.
Además, a través de ellas se consigue información sobre la forma de navegación del usuario, sus hábitos y esto puede crear problemas de privacidad. Pero estos ficheros son simples datos que ni generan spam, ni popups y por supuesto no borran ningún dato de los discos duros de usuarios.
A pesar de las características naturales de las cookies, en muchas ocasiones el sitio web que el usuario está visitando no es el único que las crea, ya que las páginas pueden contener elementos o herramientas de otros servidores que hará que otras web generen esos archivos. Y es entonces cuando surgen los problemas relacionados con la privacidad y el uso publicitario de las cookies. Pese a todo, es el usuario el que finalmente decide si mantenerlas, borrarlas o no aceptarlas.