Hoy en día, podemos afirmar que las redes sociales son el arma secreta de una marca para darse a conocer en la red.
La publicidad en sí, en principio no tiene presencia en dicho espacios. Pero eso no quiere decir que no haya pequeños mensajes subliminales anunciando algún servicio u oferta.
Independientemente a estos “anuncios”, los medios están empezando a hablar de la posible incorporación de publicidad en las redes sociales de las marcas.
¿Podría originar efectos negativos la introducción de publicidad en las distintas comunidades sociales de un producto o una marca?
Es cierto, que se pueden descifrar distintos mensajes acerca esta pregunta:
- Podemos ser partidarios de implantar publicidad en nuestras redes sociales para promocionar nuestros servicios, además de dialogar con nuestros usuarios.
- Podemos pensar que los clientes y/o seguidores se pueden sentir manipulados y estafados ya que para ellos las redes sociales es un lugar creado para compartir informaciones e opiniones acerca la marca y no es un lugar para divulgar publicidad.
La pregunta es: ¿Buscamos notoriedad o buscamos confianza?
Cuando los usuarios quieren consumir, quieren comprar… ¿Hacen caso de las redes sociales corporativas o consultan los resultados de un buscador?
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